martes, 5 de mayo de 2009

La aprobación como factor limitante

Se me presento hace poco un debate exhaustivo de la aparente necesidad de aprobación de las personas, sociedad, como se quiera llamar, para poder vivir y de alguna manera ser aceptado y encajar en el entorno. Básicamente considero como punto principal que si bien la aprobación es un factor instalado en el seno de la estructura social (desmembrado en crítica, juicio de valoración, ideosincracia colectiva, etc), no debería limitar al sujeto en su forma de desenvolverse y actuar, interfiriendo de manera impositiva de acuerdo a "las reglas del juego" dictaminadas por el medio común (osea la misma sociedad compuesta por otros sujetos q se rigen bajo esta "ley" natural). Para hacer más claro este punto de vista, un ejemplo será muy útil (para los mediocres y los lentos q al igual q yo a veces les cuesta comprender las cosas sin uno de estos). Si yo pintase un cuadro porque, en este caso, me apasiona el arte (y en este caso, la pintura), y otro sujeto me dice con mucha diplomacia algo así como "tu cuadro es una porqueria" o "el vómito de un niño en un papel se ve mejor que eso", yo no dejaría de pintar solo porque a un fulano (o a muchos de ellos) no les guste mi obra es decir, la desaprueben según su parecer. Ya que de hecho también, y entrando en otro posible debate, no considero que el arte (y otras cosas) deba ser calificado por los "críticos", ya que un determinado, llamemosle objeto u cosa, no es objetivamente (valga la redundancia) bello o feo, es decir que uno determina subjetivamente una calificación de acuerdo a su gusto personal. En síntesis, no significa que algo nos gusta porque es bello, sino que es bello porque nos gusta (y así con otras cualidades), nosotros tenemos el caracter crítico sobre ese algo, pero nuestra opinion no determina su condición (estética en este caso). Para volver al tema central, defieniendo a la crítica como un modelo de aprobación ( o lo contrario), no debería ésta, limitarnos en nuestras decisiones o actividades, por el simple deseo de ser aceptado por el entorno. Eh aquí, otro punto a tener en cuenta, la diferencia radical entre necesidad y deseo, y destacar que realmente el ser humano (dentro de una civilización, una cultura, una sociedad definida) no tiene como necesidad para vivir la aprobación, es más bien un deseo, el deseo de "encajar" en un "molde" (sistema, si se quiere) con ideas y conceptos establecidos y fuertemente marcados. Cabe destacar, que el hecho de no necesitar la aprobación, no significa andar por la vida como un enajenado inverbe pasando por alto las reglas y pautas éticas, morales y de convivencia. Además la aprobación puede considerarse en algunos casos, concerniente al respeto del espacio ajeno y las relaciones; de manera sencilla, puedo no necesitar la aprobación para hacer algo, vestirme de tal forma, expresarme, etc, mientras esas cosas no asedien ni corrompan a los demas sujetos tácitos que me rodean ( en dichos casos, puedo considerar mis acciones como "reprobadas" e inadaptadas).
Para ultimar la idea expuesta (aclarando que es sólo un criterio y no un dictamen), considero a la aprobación como un método (subliminal) de manipulación, ejercido por cada quien, por todos, desde la cúpula hasta los mediocres plebeyos que algunos consideran que somos.


Alienada -