martes, 11 de mayo de 2010




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Juntando polvo en una vitrina, tus victorias
Pues ya las moscas se han comido todos tus frutos
La desidia fue el tridente de tu pasado
Y a tu futuro lo corona un desertor
Juegas las ultimas piezas de tu vida
En el febrero del adiós.


Retoños lánguidos y brechas que se angostan
Pensamientos disonantes
Nublados párpados que anuncian la derrota
Mustio, flébil, náufrago.


Preso en la sombra que hace invisible tu existencia
Exterminio de las horas.


Se oyen rezos estériles
Agudas distancias se quiebran
Porque extiendes tus flancos al infinito
Los augurios se desprenden en trozos de tu piel
Haya, quien sabe, pero ojalá haya un confín
Y seas parte del estío
En el febrero del adiós.
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