miércoles, 15 de diciembre de 2010

Abogando un absurdo

Treinta o cuarenta
Los conté un par de veces
Sí, aunque probablemente, y sin temor a equivocarme,
hubo algunos que no llegué a percibir, y con razón...
No cuenta como deporte, claro está, aunque no es mala idea
pero sí es una actividad lúdica muy interesante.
Los excéntricos me mirarán de reojo, atónitos, así con la mandíbula medio tiesa
Y los locos, que ni qué, ahora tendrán parámetros para figurarse cuerdos
Al menos, en teoría, no es síntoma de ninguna patología
Podrían asemejarlo a un trastorno obsesivo compulsivo
pero yo creo que es más bien un desafío matemático
También, y por qué no, un tour indagatorio íntimo,
una forma de conocerse más a uno mismo
Porque, si es importante examinar nuestra salud dental y tersura cutánea,
incrementar la solidez capilar y verificar el funcionamiento del tracto gastrointestinal
tanto y cuanto más relevante, podría tornarse, el recuento satisfactorio
de vuestras marcas, tan personales y diferenciadas como las huellas digitales
Y ya no me miréis así, como si fuese un orador desconcertado
en poco tiempo notarán que es algo tan natural como estrujar el acné o cortarse las uñas
No son ideas salvajes, por favor, es instinto de conservación
No como planteaban los evolucionistas, más bien conservación estética
Y, quiérase o no, admítase o no,
es como energía para el metabolismo
Y ya no me desviaré de mi tema central, que os convoca
aunque tampoco me extenderé demasiado
no por mucho hablar uno se hace entender mejor
Empecé hace unos años, cuando noté que aparecían como de la nada, cada semana
no tan regular y constante, pero como un hecho claramente ostensible
Verán, noté que cada individuo es dispar al respecto
en cantidad y disposición, y entonces me propuse investigar
Obviamente comencé por mi misma, dadas las comodidades que ello representa
Debí, con suma paciencia, repetir la operación,
cuantificando los cambios que advertía con el trascurso de los días
Mi proyecto se volvió incitante y se desplegó a mis vínculos más cercanos
Admito que es engorroso cruzar ese límite e intentarlo con sujetos poco familiares
así que me remito a las experiencias subjetivas que he llevado a cabo
Nada más, ni nada menos, que un detallado cómputo de lunares
Y aquí es dónde haberos de reír, lo sé
pero, hecha salvedad de sus argumentos racionalistas,
no podéis deliberar juicio crítico válido que infame tal cometido
que si bien es vulnerable de injuria, también es presuntuoso de innovación
Pues, al final, daréis crédito de mis palabras
No seáis herméticos a las ideas exóticas, no es una chifladura Enhorabuena, habéis comprendido los pormenores que redundan en esta glosa.

jueves, 30 de septiembre de 2010

Vądε гetяo aŁ dєvεиĭr

Un tsunami de locura que arrebata en pos de sí, los pedazos de cordura que domaban el absurdo en el hombre, convirtiéndolo en un trasto irracional, análogo de albedrío a precio de vulnerabilidad.





Promesas que eran todo... y una bomba cae... mientras el recuerdo ferviente de Isabel en el crepúsculo del 8 de marzo se instalaba en mi mente, danzaba en mi memoria como el cabello de esa dulce dama al son del viento estival. No quería escuchar, ni ver nada, sólo pensar... estrepitosamente... en su voz floreciendo de mis oídos, que aún la retenían, mientras se dejaba admirar por mi embelesada entidad. Los que otrora fueron mis peores miedos, se convirtieron en mi realidad; y aterrado del espacio exterior, el ser interior se refugia en mi tembloroso cuerpo... como una crónica devastadora, el aniquilamiento es inminente... que emana la fétida debilidad que me caracteriza, mientras es neutralizada por el perfume eximio de su cálida piel, su cuello, sus manos, oh, sus manos tersas que se aferraban a mi cintura con ímpetu mientras, congelándose o desmantelándose, la periferia nos cercaba y se vencía como una frecuencia de onda... vestigios anegados de vida agónica y bloques de concreto... cuando sus ojos arredrados coincidieron con los míos, que enmascaraban su pavor con frágil denuedo, urdimos segundos colosales de paz en quiebre constante, retumbando bajo nuestros pies la tierra fracturada, mutilada, enlutada... gemidos, sirenas, luces, llamas, agua, niebla, gritos, ruido, sangre, polvo, calor... Amaba sus muecas hilarantes, su extravagante sentido del humor, confieso también, que compartía su asco hacia el arte cubista y la música de los tugurios; me llenaba de orgullo caminar o correr arrastrado de su mano; me henchía de placer conversar o callar, reír o criticar al mundo, a su lado.
A veces solíamos sentarnos en un banco de plaza por horas, quizás sin decir una sola palabra, sólo para sentir como todo alrededor fluctúa, se mueve, transita, mientras uno permanece inalterable, hermético de todo ello y del tiempo motriz.

viernes, 17 de septiembre de 2010

Hambre

Chamaco golondrina

deja de llorar

Han pasado los años y las estaciones

Entre augurios y presagios

y la oscuridad

Muchacho de las bajas

y las altas horas

Se escucha en el oleaje de las vías

tu grito sentenciado

Chamaco golondrina

se huele en las calles tu hambre

El polvo y la miseria

te han robado tu esencia

frágiles tus manos

entre esclavo y soldado

se extinguió tu fé

Muchacho solitario

vives del recuerdo y la limosna.

martes, 7 de septiembre de 2010

Autobiografía - "Crónicas de una vida común"

Cierto día mis padres estaban desvelados y después de unos meses emergió mi entidad cigótica. Residí en un estrecho entorno de tibia placenta por algún tiempo más. Me aventuré al mundo exterior por un intersticio minúsculo e hirsuto, y descargué mi primer hálito de vida seguido por mi primer brote emocional. Lloré. Recibí nalgadas y sonrisas. Me paseaban de aquí para allá. Percibí claramente luces, sonidos, rostros y una profunda necesidad por estar con alguien, que luego me enteraría, sería mi madre.
Períodos gráciles, en donde mi único objetivo concreto era la adquisición de placer mediante simples patrones rutinarios: comer, dormir, defecar, jugar. Tengo miedos. Soy vulnerable, ignorante y dependiente. Creo amigos imaginarios. Usufructúo el tiempo y las personas. Estadios fértiles de sucesivo aprendizaje. Absorción del mundo objetivado. La rutina se perpetúa y se metamorfosea como mi cuerpo. Las proporciones cambian, los agudos se convierten en graves, la fuerza y la avidez se incrementan, crece el vello en la dermis. Mis células se reproducen a cada instante. Los años me dotan de conocimiento. Socializo. Recibo y ejerzo influencia. Externalizo mis ideas, a través de expresiones artísticas. Erijo una postura rebelde. Camino en contra del sistema y me dedico a pisar estructuras. Primaria y secundaria. Crecer implica nuevas responsabilidades. Me duelen los ovarios. La edad del pavo. Fase de maduración de áreas específicas. Dudas existenciales. Experiencias traumáticas, que dejan su impronta en la mente. Intervención divina. Adaptación a nuevos círculos sociales. Visión crítica del entorno. Identifico mis fortalezas y debilidades. Se desmoronan ciertos ideales. Deviene un lapso en el cual desdeño mis propios gustos y preferencias, porque en realidad sucede que están mutando. De a poco ostento seguridad y orgullo de mis
neo-tendencias. Ya, a esta altura, el desarrollo de mi cuerpo es más estable. Calzo 39 y peso alrededor de 54 Kg. El asiento de mis dedos, es el acorde de un piano, pero sigue siendo un deseo latente. Tomo mis propias decisiones, y admito, suelo equivocarme. El impulso de mis ideas, me llevó a iniciar una carrera nefasta, que no terminé. Incertidumbre. Advienen cambios en la constitución del núcleo familiar. Tengo intereses fuertemente marcados. Repelencia por el sexo opuesto. Incompatibilidad con el estereotipo femenino. Después de reflexionar sobre esas cosas, argüí que en realidad sentía predilección por la amistad masculina en detrimento de una relación amorosa y que adquirí una actitud claramente machista ante la vida. Despojo de tales ideas. Sucesión de nuevos acontecimientos. Adicción al café. Hábitos payasescos. Enamoramiento. Incursión en la Psicología. Aplicación de métodos inusuales para la eliminación del acné. Traición al surrealismo. Proposición de metas. Y una línea al infinito... al destino abstracto que me aguarda.

viernes, 4 de junio de 2010

Surcos y Nardos




Admiraba la bóveda celeste, cosmopolita
con heridas de fuego eterno.. y tanto más inmerso en
su vastedad que lo estremecía, más ínfimo se constituía su ser.
La noche se abría como un tríptico,
regada de centelleantes figuras póstumas, cuales guiños perpetuos
y en medio de planos yuxtapuestos, la tierra y el cielo que eran uno

desnudos de color y envueltos en fragancias
un cuadro manierista, bañado de brisas cálidas
se escindió raudamente,
y él, lábil, las vió nacer
pequeñas grietas en el firmamento, aquel que parecía tan sólido
corrían o trepaban, quien sabe
troquelando la inmensidad, la majestuosa inmensidad
pronto, suspendidos detrás, delante y sobre él,
una legión de continentes celestiales,

disgregados por estrechos surcos fosforescentes,
una obra maestra.
repentinamente, comenzó a despertarse un sonido
y él, sin saber de dónde provenía, intentaba escuchar
al principio, parecía un enjambre de ruidos dispares
pero, paulatinamente y con mucha naturalidad
se cohesionaron los agudos y los graves, en una perfecta armonía
que traía con ella, milagros cromáticos
y él, conmovido, las vio nacer
intensos trazos de vivos colores,

emergiendo de los surcos, cada vez más brillantes
primero vislumbró los tallos y luego los pétalos
cuanto más enfática y cristalina se oía la melodía,
tanto más se embelezaban los retoños, que en un principio sutiles
y luego deslumbrantes, se transmutarían en nardos neonatos.
para coronar tan empírea fantasía, y como huella definitiva
se manifestó invisible, rodeándolo y penetrándo en su ser,
el perfume más acendrado y etéreo que el jamás hubo percibido
y que, por cierto, jamás olvidaría.
tan poderoso, viajó hasta su mente y su memoria, de la cual
parecía tener la llave, y sin vacilar, abrió las puertas al pasado
incesantes cascadas de imágenes, voces, mañanas frías,

el sabor de las grosellas, episodios abrumadores o risas descollantes,
olor a lluvia y cedros, rizos cobre al viento, la moraleja de un cuento,
vergüenza, dolor de muelas, las escondidas en la plaza,
lágrimas sobre el cuaderno, primer beso, atardeceres desde el muelle,
secretos, charlas en la estación de tren,
la intensidad del chardonnay, septiembre..
un aglomerado de recuerdos latentes, ansiosos por revelarse
retratos del tiempo, dignos de ser y permanecer
parecía tan confuso y a la vez vivificante, el proceso de resucitar el ayer
como visitar lugares de antaño en un tourneé emocionante

y a la vez descabellado,
atravesando una película que él creía obsoleta,
con algunos capítulos de su vida que prefería amputar
y reviviendo sus miserias, lamentándo sus tristezas y pérdidas o bien
bebiéndose un cóctel de sus triunfos,
asistía al espectáculo que era su historia, los cimientos de su presente
y comprendió..
aquel firmamento oscuro y pleno, cual lienzo barroco
paradójimente atestado de luminiscencia,
simbolizaba su corazón, en un presente brillante y equilibrado
pero sólo era la perisferia,
una superficie endeble que contenía murallas y guerras, heridas y vetas
cúmulos de penas y enigmas orbitaban en torno al núcleo de su existencia
y bien hondo, el foco de su angustia primitiva
septiembre..
cuando su corazón se desgarró, como ese cielo prístino
al ser víctima y victimario de un mismo fin
veíase entre llamas de la mano de su madre que gritaba su nombre,
una y otra vez..
el terror apoderóse de sus músculos y sus fuerzas desvaneciéronse
humo, lágrimas, viento helado y ardor en la piel
encontróse sólo sobre el pasto quemado en una mañana de niebla y rocío
de espaldas a los vestigios muertos y ennegrecidos de lo que fue su hogar
y de quien fue su refugio.
comprendía también que todo el remordimiento

que rasgaba la piel de su corazón
era la culpa que sentía, la culpa que se adjudicó y, que ahora,
estaba reapareciendo.
Sólo le quedaba interpretar algo.
y en ese instante, el perfume se acentuó con claridad
irrumpiendo entre los pensamientos y cavilaciones
nada parecía ser más importante que su delicada pero gloriosa presencia
como un torbellino lo recorrió, hasta que le impregnó su naturaleza
humedecidos sus ojos y sus manos,

él sólo podía percibir atento y dispuesto
rendido y agotado..
en el momento en que se despojó de la atroz culpa

que guardaba en su interior
redimiendo su pasado y reescribiendo su presente
él, radiante, los vio nacer
brotes de gozo, una nueva primavera se irigía en su corazón.

martes, 11 de mayo de 2010




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Juntando polvo en una vitrina, tus victorias
Pues ya las moscas se han comido todos tus frutos
La desidia fue el tridente de tu pasado
Y a tu futuro lo corona un desertor
Juegas las ultimas piezas de tu vida
En el febrero del adiós.


Retoños lánguidos y brechas que se angostan
Pensamientos disonantes
Nublados párpados que anuncian la derrota
Mustio, flébil, náufrago.


Preso en la sombra que hace invisible tu existencia
Exterminio de las horas.


Se oyen rezos estériles
Agudas distancias se quiebran
Porque extiendes tus flancos al infinito
Los augurios se desprenden en trozos de tu piel
Haya, quien sabe, pero ojalá haya un confín
Y seas parte del estío
En el febrero del adiós.
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miércoles, 3 de febrero de 2010


Mística estación
De corazón arrabalero
Sitio de encuentros y despedidas
Alojas huellas del tiempo y
Memorias de los andantes
Bastión de los mendicantes nómades

Epístola anónima,
Cual diáfano papiro
Revelas efemérides del alba

Veredas varadas
Rodeada de algarabía
Luce un atuendo barroco
De fétida bascosidad
La noche le agrieta la cara
Y la invita a pernoctar

Mística estación

Joyeux, rimbombante
Asiento de transeúntes
Refulge tu semblante

En tus confines se perpetúan
Reminiscencias trascendentales
Eternos abrazos y tersas caricias
Transluces lágrimas tenues
Convergencia de caminos heterogéneos
Raudal meridión - septentrional

lunes, 18 de enero de 2010

Éxodo

Y así comienza... el éxodo
Algarabía, exultación, demonios aniquilados
Un paso adelante, acuña siglos de abyección
Rostros eufóricos
Sus ojos destilan esperanza, libertad
Sus manos laceradas ansían respirar
Trotan cerrilmente, por caminos tornasolados
Transitan un desierto magno y plomizo...
Marchito su soma,
su espíritu atisba el confín...
La fuerza de la agonía que se sienta en un anhelo
Empuja los cuerpos caducos a soñar un tramo más
Hambre, sed, frío, miedo
La muerte no es castigo, sino recompensa...
El llanto se desvanece
Se exoneran las almas
Y así...termina el éxodo
Con el génesis de la eternidad
Fénix
La verdadera vida, que es fuera del tiempo.

lunes, 4 de enero de 2010

° Le Parfum °


Porque el perfume me trae esos recuerdos
cuando el perfume me habla me los
cuenta en voz baja
me transmite los momentos etéreos
esos que dispersos en el aura y la memoria
me infunde su pasión, sus matices
su fusión en sinestesia
me desfila sus notas
en soleada sinfonía
cual gemas aromáticas que destilan
un elixir ancestral.
Porque el perfume me entrega sus anhelos
en una sólida empatía
río su risa y soy amante de sus amores
soy prosélito de su reinado
cuando gobierna cuerpo y alma
en su eterna remanencia
descansan conquistas y travesías
ardores y candores
vertiente lenitiva
de implosiones sensoriales
fragancia unívoca, preludio seráfico.