lunes, 21 de mayo de 2012

Soneto Gaucho


Tengo un oficio duro, como duros los cayos de mis manos.
Del viento tengo la fuerza y de la tierra las mañas.

He nacido jornalero y de sangre sanjuanina,
Conozco los rumbos todos, de mis caminos de Albardón.

El cielo cual limpio paño, envuelve mañanas áureas
Y el canto de los zorzales como gala ceremonial.

Escarlata la piel del vino, aterciopelado su sabor
Que no falte una botella, ésta noche invito yo.

El sol es mi compañero, cuando en el campo arreo
La lluvia es bendita aliada, cuando en el campo siembro.

Que sólo me acuesto y tarde, porque sólo un día amanecí
Pero que nunca faltó pan y trabajo y fuerzas para seguir.

De qué ave me habrán traído, de que nido salí yo
Que mi vuelo es osado y férreo, y mis alas el corazón.

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